El listo Juan


Il servo accorto


¡Dichoso el amo y feliz la casa en la que hay un criado inteligente que, si bien escucha las palabras de su señor, hace, sin embargo, las cosas a su talante, siguiendo los dictados de su propia sabiduría! Un servidor de esta clase, llamado Juan, fue enviado un día por su dueño en busca de una vaca extraviada. Como tardara mucho tiempo en regresar, pensó el amo: "¡Qué bueno es este Juan! Cuando está trabajando, no hay dificultad ni fatiga que lo arredre". Pero al ver que iban pasando las horas y el hombre no aparecía, temiendo que le hubiese ocurrido algún percance, salió personalmente en su busca. Al cabo de mucho rato de andar, violo que corría de un extremo al otro de un gran campo.
- Bien, amigo Juan - dijo el amo al llegar cerca de él -. ¿Encontraste la vaca que te mandé a buscar?
- No, mi amo - respondió el mozo -, no la he encontrado y tampoco la he buscado.
- ¿Qué buscaste entonces, Juan?
- Algo mejor, y he tenido la suerte de encontrarlo.
- ¿Y qué es ello, Juan?
- Tres mirlos - respondió el criado.
- ¿Dónde están? - preguntó el amo.
- Al uno, lo veo; al otro, lo oigo, y corro tras el tercero -. Respondió el listo Juan.
Que esta historia os sirva de ejemplo. No hagáis caso del amo ni de sus órdenes, sino obrad siempre a vuestro gusto y capricho, y así os portaréis con tanta cordura como el listo Juan.
Felice il padrone e fortunata la casa dove c'è un servo accorto che ascolta gli ordini, ma non li segue alla lettera, e fa le cose a suo giudizio. Una volta uno di questi saggi servi fu mandato dal suo padrone a cercare una vacca che si era perduta. Restò fuori un bel pezzo e il padrone pensava: "Il mio fedele Hans non è certo uno che scansa un lavoro." Ma poiché non tornava mai, cominciò a temere che gli fosse successo qualcosa e si mise a cercarlo. Cerca e cerca, finalmente vide il servo che correva su e giù per la campagna. "Allora, caro Hans," disse il padrone quando lo ebbe raggiunto, "hai trovato la vacca che ti ho mandato a cercare?," il servo rispose: "No, padrone, non l'ho trovata, ma nemmeno cercata." - "Cos'hai cercato allora?" - "Qualcosa di molto meglio, ed a dire il vero, sono anche riuscito a trovarlo." - "Che cos'è, Hans?" - "Tre merli," rispose il servo. "E dove sono?" domandò il padrone. "Uno lo vedo, l'altro lo sento, ed al terzo do la caccia!," rispose il servo accorto. Questo vi serva ad esempio, non fatevi problemi per il vostro padrone ed i suoi ordini, fate piuttosto quello che vi salta in testa o che avete voglia di fare; così agirete in maniera saggia come il nostro accorto Hans.