どろぼうの名人とその大先生


El ladrón fullero y su maestro


ハンスは息子に商売を覚えさせたいと思い、教会に入って、何が息子に最も適しているか知るために神様にお祈りしました。すると、牧師が祭壇の後ろにいて、「盗み、盗み。」と言いました。これを聞いてハンスは息子のところに戻り、お前は盗みを覚えるべきだ、神様がそう言ったと告げました。それで、息子と一緒に盗みを良く知っている男を捜しに出かけました。二人は長い間歩いて、大きな森に入ると、おばあさんが中にいた小さな家が立っていました。ハンスは、「盗みを良く知っている男のことを知ってるかい?」と言いました。「ここでとてもよくそれを覚えることができるよ。私の息子はその名人だ。」とおばあさんは言いました。それで、ハンスはおばあさんの息子と話し、本当によく盗みを知ってるか尋ねました。泥棒の親方は、「息子さんをよく教えましょう。1年経ったら戻ってきてください。そしてそのとき息子さんを見分けたら、授業料は受け取りません。だけど、わからなかったら、200ターレル払わなければなりませんよ。」と言いました。
父親はまた家に戻り、息子は魔法と盗みをしっかり学びました。1年過ぎると、父親はどうやって息子を見分けるか知ろうと心配でいっぱいでした。こんなふうに悩んで歩いていると、小人に出会いました。小人は「ねぇ、何を悩んでるんだい?お前はずっとそう悩んでいるね。」といいました。「ああ、1年前、息子を泥棒の親方のところに置いたんだ。その親方は言ったんだ。1年過ぎたら私は戻らねばならないとね。そして、そのとき私が息子を見て息子だとわからなければ200ターレル払わなくちゃならないとさ。だけど、息子だとわかったら何も払わなくていいんだ。それで今、息子がわからないんじゃないかと心配だし、どこでお金を手にいれるかもわからないんだ。」とハンスはいいました。すると小人は、パンの皮を持って行き、煙突の下に立つんだ、とハンスに言いました。「そこの横桁にかごがのっている、そこから小鳥がのぞいているんだ。それがお前の息子さ。」
ハンスはそこへ行き、小鳥が入っているかごの前に黒パンの皮を投げました。それで小鳥が出てきて、見上げました。「やあ、息子、ここかい?」と父親は言いました。そして息子は父親を見て喜びましたが、泥棒の親方は「悪魔が教えたにちがいない。でなけりゃ息子をどうやってわかったんだ?」と言いました。「お父さん、行こう。」と若者は言いました。
それから父親と息子は家へ向かって出発しました。途中で馬車が通りかかりました。そこで息子は父親に、「僕は大きなグレイハウンド犬に変身するよ。そうしたら僕でたくさんお金が儲けられるよ。」と言いました。すると、紳士が馬車から、「君、その犬を売ってくれないかい?」と呼びました。「いいですよ。」と父親は言いました。「いくらで売るの?」「30ターレルです。」「う~ん、それは高い、しかし、とてもりっぱな犬だから、買おう。」紳士は馬車に犬をのせましたが、少し進んだとき、犬は馬車の窓からとび出て、父親のところへ戻り、もうグレイハウンドではなくなっていました。
二人は一緒に家に帰りました。次の日、隣の町で定期市がありました。それで若者は、「今度は美しい馬に変身するから、僕を売れるよ。だけど、売ったとき馬ろくをはずさなくちゃだめだよ。そうしないと元の人間になれないからね。」と父親に言いました。それから父親は馬をつれて定期市へ行きました。そして泥棒の親方が来て、100ターレルで馬を買いましたが、父親は忘れて、馬ろくを外しませんでした。それで親方は馬を連れて家へ帰り、馬小屋に入れました。
女中が戸口を横切ったとき、馬が「馬ろくを外してくれ、馬ろくを外してくれ」と言うので、女中はじっと立ち、「何、お前喋れるの?」と言って、馬のところへ行き、馬ろくを外しました。そして馬はすずめになり、ドアから飛んででました。すると泥棒の親方もすずめになり、飛んであとを追いかけました。
それから二人は一緒になり、勝敗をかけ、親方が負けました。それで、親方が雄鶏に変身したとき、若者は狐になり親方の頭を噛み切ったので、親方は死んで、今日でも死んだままになっています。
Juan quería que su hijo aprendiera un oficio; fue a la iglesia y rogó a Dios Nuestro Señor que le inspirase lo que fuera más conveniente. El sacristán, que se encontraba detrás del altar, le dijo: "¡Ladrón fullero, ladrón fullero!".
Volvió Juan junto a su hijo y le comunicó que había de aprender de ladrón fullero, pues así lo había dicho Dios Nuestro Señor. Se puso en camino con el muchacho en busca de alguien que supiera aquel oficio. Después de mucho andar, llegaron a un gran bosque, y allí encontraron una casita en la que vivía una vieja. Preguntóle Juan:
- ¿No sabría de algún hombre que entienda el oficio de ladrón fullero?
- Aquí mismo, y muy bien lo podrás aprender -dijo la mujer-; mi hijo es maestro en el arte. - Y Juan habló con el hijo de la vieja:
- ¿No podría enseñar a mi hijo el oficio de ladrón fullero?
A lo que respondió el maestro:
- Enseñaré a vuestro hijo como se debe. Volved dentro de un año; si entonces lo conocéis, renuncio a cobrar nada por mis enseñanzas; pero si no lo conocéis, tendréis que pagarme doscientos ducados.
Volvió el padre a su casa, y el hijo aprendió con gran aplicación el arte de la brujería y el oficio de ladrón. Transcurrido el año, fue el padre a buscarlo, pensando tristemente, durante el camino cómo se las compondría para reconocer a su hijo. Mientras avanzaba sumido en sus cavilaciones, fijó la mirada ante sí y vio que le salía al paso un hombrecillo, el cual le preguntó:
- ¿Qué te pasa buen hombre? Pareces muy preocupado.
- ¡Ay! -exclamó Juan-, hace un año coloqué a mi hijo en casa de un maestro en fullería, el cual me dijo que volviese al cabo de este tiempo, y si no reconocía a mi hijo, tendría que pagarle doscientos ducados; pero sí lo reconocía, no debería abonarle nada. Y ahora siento gran miedo de no reconocerlo, pues no sé de dónde voy a sacar el dinero.
Díjole entonces el hombrecillo que se llevase una corteza de pan y se colocara con ella debajo de la campana de la chimenea. Sobre la percha de que pendían las cremalleras había un cestito, del que asomaba un pajarillo; aquél era su hijo.
Entró Juan y cortó una corteza de pan moreno delante de la cesta. Inmediatamente salió de ella un pajarillo y se lo quedó mirando.
- Hola, hijo mío, ¿estás aquí? -dijo el padre. Alegróse el hijo al ver a su padre, mientras el maestro refunfuñó:
- El diablo te lo ha dicho. ¿Cómo, si no, habrías podido reconocer a tu hijo?
- Padre, vámonos -dijo el muchacho.
El padre emprendió, con su hijo el regreso a casa; durante el camino se cruzaron con un coche. Dijo entonces el muchacho:
- Voy a transformarme en un gran lebrel, y así podréis ganar mucho dinero conmigo.
Y gritó el señor del coche:
- Buen hombre, ¿queréis venderme ese perro?
- Sí -respondió el padre.
- ¿Cuánto pedís?
- Treinta ducados.
- Mucho dinero es, buen hombre; pero, en fin, el lebrel me gusta y me quedo con él.
El señor lo subió al coche; pero apenas hubo corrido un breve trecho cuando el perro, saltando del carruaje por la ventanilla, a través del cristal, desapareció y fue a reunirse con su
padre.
Llegaron los dos juntos a casa. Al día siguiente había mercado en la aldea vecina, y dijo el mozo a su padre:
- Ahora me transformaré en un magnífico caballo, y vos me venderéis. Pero después de cerrar el trato debéis quitarme la brida, pues, de otro modo, no podría volver a mi condición de persona.
Encaminóse el hombre al mercado con su caballo, y se le presentó el maestro de fullerías y le compró el animal por cien ducados; mas el padre, distraído, se olvidó de quitarle la brida. El comprador se llevó el caballo a su casa y lo metió en el establo. Al pasar la criada por el zaguán, dijo el caballo:
- ¡Quítame la brida, quítame la brida!
La muchacha se quedó parada, el oído atento:
- ¡Cómo! ¿Sabes hablar?
Fue y le quitó la brida, y el caballo, transformándose en gorrión, huyó volando sobre la puerta. Pero el maestro convirtióse también en gorrión y salió detrás de él. Al alcanzar al otro empezó la pelea; pero el maestro, que llevaba las de perder, se transformó en pez y se sumergió en el agua. Entonces el joven se volvió también pez y se reanudó la lucha; el maestro lo pasaba mal, y hubo de transformarse nuevamente. Tomó la figura de un pollo, y el mozo, la de una zorra, y, lanzándose sobre su maestro, le cortó la cabeza de una dentellada. Y ahí tenéis al maestro muerto; y muerto sigue hasta el día de hoy.