Cuentos de Grimm: Cuentos infantiles y del hogar
Lista de cuentos (Página 5)
081 Hermano Alegre
Hubo una vez una gran guerra, terminada la cual, fueron licenciados muchos soldados. Entre ellos estaba el Hermano Alegre, que, con su licencia, no recibió más ayuda de costas que un panecillo de munición y cuatro cruzados. Y con todo esto se marchó. Pero San Pedro se había apostado en el camino, disfrazado de mendigo, y, al pasar Hermano Alegre le pidió limosna. Respondióle éste: - ¿Qué puedo darte, buen mendigo? Fui soldado, me licenciaron y no tengo sino un pan de munición y cuatro cruzados eLea la historia →
086 La zorra y los gansos
Llegó un día una zorra a un prado donde había una manada de gansos gordos y hermosos y, echándose a reír, dijo: - Llego a punto, pues os encuentro a todos reunidos tan lindamente, para merendarme uno tras otro. Los gansos, asustadísimos, pusieron el grito en el cielo, se alborotaron y se deshicieron en lamentaciones y súplicas. Pero la zorra, cerrando los oídos a sus voces y quejas, dijo: - ¡No hay piedad, moriréis todos! Al fin, una de las aves cobró ánimos y suplicó: - Puesto que, infelices deLea la historia → 089 La pastora de ocas
Vivía una vez una anciana reina, viuda desde hacía muchos años, que tenía una hija muy hermosa. Al hacerse mayor, la prometieron a un príncipe de un país lejano, y cuando llegó el tiempo convenido para la celebración de la boda y la doncella hubo de ponerse en camino hacia la corte de su prometido, la reina madre le preparó un ajuar precioso, con brocados de oro y plata, vasos y joyas; era, en una palabra, una dote digna de una princesa real, pues la anciana reina quería entrañablemente a su hijLea la historia → 090 El joven gigante
Un campesino tenía un hijo que no abultaba más que el dedo pulgar; no había manera de hacerlo crecer, y, al cabo de varios años, su talla no había aumentado ni el grueso de un cabello. Un día en que el campesino se disponía a marcharse al campo para la labranza, díjole el pequeñuelo: - Padre, déjame ir contigo. - ¿Tú, ir al campo? - replicó el padre. - Quédate en casa; allí no me servirías de nada y aún correría el riesgo de perderte. Echóse el pequeño a llorar, y, al fin, el campesino, para queLea la historia → 092 El rey de la montaña de oro
Un comerciante tenía dos hijos, un niño y una niña, tan pequeños que todavía no andaban. Dos barcos suyos, ricamente cargados, se hicieron a la mar; contenían toda su fortuna, y cuando él pensaba realizar con aquel cargamento un gran beneficio, llególe la noticia de que habían naufragado, con lo cual, en vez de un hombre opulento, convirtióse en un pobre, sin más bienes que un campo en las afueras de la ciudad. Con la idea de distraerse en lo posible de sus penas, salió un día a su terruño y, miLea la historia → 096 Los tres pajarillos
Hará cosa de mil años, o tal vez más, que en estas tierras había muchos reyezuelos. Uno de ellos vivía en Teuteberg y era aficionado a la caza. Un día en que, como muchos, salió del castillo con sus cazadores, tres muchachas guardaban sus vacas al pie del monte, y, al ver al Rey con tantos cortesanos, exclamó la mayor, señalándole y dirigiéndose a sus hermanas: - ¡Hola, hola! ¡Si no es aquél, no quiero ninguno! Respondióle la segunda, que estaba del otro lado de la montaña, señalando al que ibaLea la historia →